En la Ley de 17 de julio de 1948 por la que se crea la Fundación Lázaro Galdiano se establece, en su artículo cuarto, que los recursos de la Fundación se aplicaran, entre otros fines, a “la defensa e incremento del Patrimonio Artístico Nacional”. Y, en sus Estatutos, artículo 5 punto 2, se recoge que la Fundación puede “dirigir su actividad a la conservación y restauración de inmuebles y objetos muebles de interés artístico o arqueológico, patrimonio documental y bibliográfico, yacimientos y zonas arqueológicas, así como sitios naturales, jardines y parques, que tengan valor artístico o histórico”.
Por ello, la Fundación destinó, en la década de los años cincuenta, considerables sumas para la adquisición de la ermita mozárabe de San Baudelio de Berlanga (Casillas de Berlanga, Soria), las restauraciones del Salón de los Califas de Medina Azahara, de la Aljafería de Zaragoza y del antiguo palacio episcopal de Santiago de Compostela, conocido como Palacio de Gelmírez.